For the Good Times

Hay días en que amanezco con algún cantante en mente y no puedo resistir la tentación de escucharle hasta la saciedad. Hoy me hizo mucha gracia levantarme tarareando "We´re caught in a trap/I can´t walk out/ Because I love you too much babyyyyyyyy/Why can´t you see/What you´re doing to me/When you don´t believe a word I sayyyyyyy/ We can´t go on together/with suspicious mindssssss/and we can´t build our dreamssssss/ on suspicious mindsssssss/tarararara..." Demasiado buena, de pana!  Así que hoy en mi casa desde temprano está cantando El Rey a todo gañote... y yo más atrás, cual imitadora barata, que todo hay que decirlo :))))

De él, siendo muy pequeña; recuerdo como se ponían locas como unas cabras en mi casa cuando le oían cantar. Como mis hermanas mayores suspiraban con sus letras y su voz.  Como mi madre no se escapaba a esa revolución de hormonas que él inspiraba. Como mi padre que era más tieso que un palo y más serio que un ataúd cerrado, se sonreía y de pronto hacía un paso largo y seguía a lo suyo como si nadie lo hubiese pillado.

Años después, empecé a escucharle por cuenta propia y descubrí que más allá de lo buenorro que estaba el condenado (y su sonrisa torcida que aún me disuelve cuando la veo en pelí o vídeo), en realidad tenía una potencia en la voz que muy pocos lograban (Nino Bravo tenía ese torrente) y un carisma de niño bueno que quizás fue su perdición. Esa misma inmadurez emocional que le llevaron a tomar decisiones erróneas, de la mano de alguien que solo quería lucrarse a través de él.

Elvis mezclo, redefinió e invento la música con la que se sentía cómodo cantando e hizo de ella un legado del cual nadie ha podido desprenderse.

Me impresiona como después de 75 años de su nacimiento y 33 de su muerte, la gente sigue emocionandose cuando alguien le imita, cuando sacan un disco de sus canciones remasterizadas, cuando alguien dice que le vio caminando por allí, cuando un chico con deseos de hacerse una carrera decide cantar algo engolando la voz al mejor estilo del Rey... 

Cuando pienso en lo que fue su vida y su carrera llego a la conclusión de que no es difícil encontrar ídolos con pies de barro. De hecho, él lo fue... pero basta escucharle cantar You don´t have to say you love me para que los pies le vuelvan a crecer y sea aún mucho más grande de lo que fue antes.

Hoy mi recuerdo para él sin necesidad de efemerides por delante. Les dejo unas fotos que me encantan y su música de fondo (en su voz la versión de Bridge over troubled water, Suspicious minds, My way, The wonder of you, For the good times, su última presentación, In the Ghetto y Always on my mind).

 

Buen finde para todos Ustedes y que siempre tengan algo bueno que recordar!

"Espero que nunca le falte hielo a tu chicha"

Frases folklóricas de una excelente amiga.