September 13, 2008

Obvio

"Una persona estúpida es una persona que causa un daño a otra persona o grupo de personas sin obtener, al mismo tiempo, un provecho para sí, o incluso obteniendo un perjuicio".

"Nuestra vida está salpicada de ocasiones en que sufrimos pérdidas de dinero, tiempo, energía, apetito, tranquilidad y buen humor por culpa de las dudosas acciones de alguna absurda criatura a la que, en los momentos más impensables e inconvenientes, se le ocurre causarnos daños, frustraciones y dificultades, sin que ella vaya a ganar absolutamente nada con sus acciones. Nadie sabe, entiende o puede explicar por qué esta absurda criatura hace lo que hace. En realidad, no existe tal explicación –o mejor dicho- sólo hay una explicación: la persona en cuestión es estúpida".

"EL PODER DE LA ESTUPIDEZ

No resulta difícil comprender de qué manera el poder político, económico o burocrático aumenta el potencial nocivo de una persona estúpida. Pero nos queda aún por explicar y entender qué es lo que básicamente vuelve peligrosa a una persona estúpida; en otras palabras, en qué consiste el poder de la estupidez.
Esencialmente, los estúpidos son peligrosos y funestos porque a las personas razonables les resulta difícil imaginar y entender un comportamiento estúpido. Una persona inteligente puede entender la lógica de un malvado.
Las acciones de un malvado siguen un modelo de racionalidad: racionalidad perversa, si se quiere, pero al fin y al cabo racionalidad. El malvado quiere añadir un “más” a su cuenta. Puesto que no es suficientemente inteligente como para imaginar métodos con que obtener un “más” para sí, procurando también al mismo tiempo un “más” para los demás, deberá obtener su “más” causando un “menos” a su prójimo.
Desde luego, esto no es justo, pero es racional, y si uno es racional puede preverlo. En definitiva, se pueden prever las acciones de un malvado, sus sucias maniobras y sus deplorables aspiraciones, y muchas veces se pueden preparar las oportunas defensas.

Con una persona estúpida todo esto es absolutamente imposible. Tal como está implícito en la Tercera Ley Fundamental, una criatura estúpida os perseguirá sin razón, sin un plan preciso, en los momentos y lugares más impensables. No existe modo alguno racional de prever si, cuándo, cómo y por qué, una criatura estúpida llevará a cabo su ataque. Frente a un individuo estúpido, uno está completamente desarmado.
Puesto que las acciones de una persona estúpida no se ajustan a las reglas de la racionalidad, de ello se deriva que:
a) generalmente el ataque nos coge por sorpresa;
b) incluso cuando se tiene conocimiento del ataque, no es posible organizar una defensa racional, porque el ataque, en sí mismo, carece de cualquier tipo de estructura racional.
El hecho de que la actividad y los movimientos de una criatura estúpida sean absolutamente erráticos e irracionales, no sólo hace problemática la defensa, sino que hace extremadamente difícil cualquier contraataque –como intentar disparar sobre un objeto capaz de los más improbables e inimaginables movimientos. Esto es lo que tenían en la mente Dickens y Schiller al afirmar el uno que “con la estupidez y la buena digestión el hombre es capaz de hacer frente a muchas cosas”, y el otro que “contra la estupidez hasta los mismos dioses luchan en vano”.
Hay que tener en cuenta también otra circunstancia. La persona inteligente sabe que es inteligente. El malvado es consciente de que es un malvado. El incauto está penosamente imbuido del sentido de su propia candidez.
Al contrario que todos estos personajes, el estúpido no sabe que es estúpido. Esto contribuye poderosamente a dar mayor fuerza, incidencia y eficacia a su acción devastadora. El estúpido no está inhibido por aquel sentimiento que los anglosajones llaman self- consciusness.
Con la sonrisa en los labios, como si hiciese la cosa más natural del mundo, el estúpido aparecerá de improviso para echar a perder tus planes, destruir tu paz, complicarte la vida y el trabajo, hacerte perder dinero, tiempo, buen humor, apetito, productividad, y todo esto sin malicia, sin remordimientos y sin razón. Estúpidamente".

Extractos de:
Las Leyes Fundamentales de la estupidez humana.

Carlos M. Cipolla.

(Gracias Éxodo)

14 comments:

Lena yau said...

Nany querida,

no queda más que abrazarnos para combatir el dolor y la rabia que tanta estulticia genera...

Yo, desde ayer, tiemblo.

No de miedo, no.

Miedo nunca.

De la furia. De la vergüenza. Del cansancio. De la pena.

Como siempre, quiero cerrar los ojos, abrirlos y descubrir que era una pesadilla.

Pero no.

Sigue allí. Siguen allí.

Confío en que pase.

Entonces tú, yo y tantos tantísimos nos abrazaremos de nuevo.

Y luego celebraremos.

Un beso, guara guarísima

Capochoblog said...

Lena: Vulgarmente hablando: Ya no es tanto lo ladilla, si no lo seguido.

Es demasiado, es que ni siquiera puedo verlo respirar.

Besos.

TORO SALVAJE said...

Yo ya no sé que decir.

Besos.

Waiting for Godot said...

NANY!!!!! Yo estoy como el Toro, pero diciendo que no es que no sé que decir sino que lo único que me sale es pura rabia e insulto. Besos mi Bella.

P.S: Que te digo Celebrar Lena, una pea llorona mínimo!

Unknown said...

Mi nany...hay que tatar de reir para no llorar...aunque ya cada vez se pueden hacer menos chistes...

Un abrazote ;)

Anonymous said...

Se puede decir más alto, pero no más claro!

Anonymous said...

Es un impresentable, un representante cum laudem de la estupidez más profunda.
Ese abrazo capochi

Capochoblog said...

Toro: No digas.

Besos.

Wait: Por eso no escribí yo.

Besos.

CHJ: Un chiste no debería gobernar ni una jaula de loros.

Esto es lo que hay.

Besos.

Mariale: Le queda al ojo.

Besos.

Calma: Es la estupidez en si.

Besos. Abrazos.

Coño, se me acabo el café, tienes? nos tomamos algo?

:P

Rossy said...

Nany,
Tu post da en el blanco, el mayor problema de este señor es la estupidez, no lo soportooooo!
Pero nada, pa´lante!
Besitos!

ralero said...

Me alegra que te gustase, Nany. Por lo que a mí me toca, que soy apóstata convencido de la pureza, me hubiese gustado estar en el grupo de los inteligentes, con unos leves toques que malvado, pero me temo que no soy más que un incauto con una dosis importante de estupidez.

Abrazos

Anonymous said...

Pues vine mi niña a por ese cafecito, pero un poco tarde creo.
Ven, que tengo preparado un doble con sabor a miel.
Besitos

Fernando said...

...paso de estos dos...pero de ti no..y te dejo un beso y un ramo de rosas...

Nany said...

Rossy: Esperemos que sin él.

Besos.

Rafa: Todos lo somos mi niño, en algún momento (Leyes de Peter).

Besos.

Calma: Gracias.

Besos.

Fernando: Y yo los acepto agradecida.

Besos.

Unknown said...

Cuánto daño nos hacen los estúpidos... ¿existirá alguna vacuna, antídoto o repelente que de alguna manera nos ayude?... Si no existe, ¿alguien se puede poner a trabajar en eso?...